jueves, 22 de enero de 2009

Varadero lucha por evitar la instalación de una planta de Biodiesel en el Puerto

La expansión portuaria y el desarrollo de su Zona de Actividades Logísticas (ZAL) no dejan indiferentes a los vecinos de los barrios portuarios, en especial a los habitantes de la población de Varadero, cuyas viviendas son la frontera con este espacio industrial.

La última oposición al enclave de nuevas actividades la ha mostrado la asociación Barrio del Varadero. Se enfrentan a la construcción de una planta productora de biodiésel al considerar este producto peligroso, contaminante y cuya actividad va a generar pocos empleos.

La Autoridad Portuaria afirma que no se va a instalar ninguna planta de biodiésel, ya que «después de varias reuniones con los promotores se ha decidido retirar el proyecto al que se refiere este colectivo vecinal». Lo que no impedirá que en el futuro se instale otro tipo de actividad, de la misma o diferente características, a la que los vecinos pongan reparos.

La unión hace la fuerza pero, en esta ocasión, el presidente de la citada asociación, Antonio Miguel Lozano, se mostró sorprendido por la ausencia de representantes de las otras dos asociaciones vecinales que existen en los barrios portuarios y que estaban citados.

Para Lozano colocar una factoría de esa naturaleza es un atropello de los responsables políticos y portuarios. Las viviendas del barrio están muy cerca. Por eso el representante vecinal es desprendido a la hora de pedir dimisiones que van desde el presidente del Puerto y el alcalde de Motril, hasta varios responsables de equipo de gobierno.

Producto 'trampa'

El presidente de los vecinos calificó el biodiésel como un «producto trampa», al ser un combustible más caro e igual de contaminante que los actuales carburantes porque también emplea materia fósil.
«Es un producto volátil y explosivo a temperatura ambiente que no puede estar cerca de las poblaciones», dijo.
También mostró su intención de sumar a su negativa a la planta, a otros colectivos sociales y empresariales motrileños que se opongan al proyecto.
«Es un problema que no sólo afecta a este barrio sino a todo Motril», explicó.

Movilizaciones
La asociación comenzará un calendario de movilizaciones en contra de la producción de biodiésel que iniciará con el reparto de octavillas informativas.
La última batalla que protagonizaron estos vecinos fue para pedir que el futuro polígono industrial del Puerto estuviese al menos a 700 metros de sus viviendas. Además, exigieron que entre las instalaciones y sus casas hubiese un corredor verde y no un muro. Ese día, para protestar cortaron las carreteras de acceso al Puerto

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